Me encontraba jugando al “Call of Duty” cuando de golpe entró mi hermana con unos aires afables y muy pegajosa, que comenzó a jugar conmigo en plan meloso sabiendo que no soy de piedra y finalmente terminandome por empalmar como cualquier hombre, dejándome llevar para ver hasta donde quería, y sin darnos cuenta acabe con mi polla dentro de su coño y follando con el mando de la consola aun en la mano, aunque ya no me importaba por que había encontrado una manera de divertirme de nuevo con mi hermana, pegando unos polvos increíbles.